El sentido del tacto y su importancia para los bebés

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Información sobre el tacto, uno de los principales sentidos del bebé. 

Cuando pensamos en el sentido del tacto solemos limitarlo a la capacidad que tienen las manos para tocar y sentir. Sin embargo, el tacto recorre cada uno de nuestros poros y todo nuestro cuerpo tiene la capacidad para percibir texturas, formas, temperaturas, espacios, etc.

  • Pies pisando la arena fría del amanecer.
  • Cuerpo tendido en un césped recién cortado.
  • Piel envuelta en una manta de lana.
  • Manos sosteniendo una taza de chocolate caliente.
  • Unos labios besando la mejilla de un bebé.

¿Te imaginas como sería no tener tacto? Sería como perder una parte de nuestra capacidad para sentir y para ser. El tacto nos limita en el espacio como personas y nos sitúa en el aquí y el ahora, separándonos de lo que hay a nuestro alrededor. Es fundamental que los niños se relacionen con la naturaleza a través del tacto, trabajando el equilibrio neurosensorial y metabólico, para configurara un ser interior fuerte.

Cuando los niños llegan a este mundo tienen dos formas de crecimiento: exterior e interior. La parte exterior se trabaja con el tacto. Y cuanto más trabajemos un tacto natural y cálido, y nos preocupemos porque los niños perciban la belleza de las cosas, más sensibilidad y capacidad de tracción tendrán con el mundo.

Importancia del tacto en los bebés - El sitio de tu recreo

Pocas cosas, pero mucho de cada una

Los niños en casa deberían tener pocas cosas, pero mucho de cada. Mucha madera, arcilla, seda y lana. Cuanta más información proporcionen a su sentido del tacto, mejor.

¿Por qué?

  • La lana les conecta con su yo más interior y les da calma, les recoge.
  • La seda les conecta con su yo más periférico, mostrándoles la capacidad del ser humano de ser más y mejor.
  • La arcilla les va a llevar a la creación de las cosas, a la concreción. A cómo ven las cosas, al calor de las manos, al calor espiritual.
  • La madera va a aumentar su calidez. La manera de valorar las cosas, de dónde proceden. Es la forma de conectar con el mundo vegetal, con el mundo más contemplativo. Cada vez que construyan con madera, tendrán la sensación de que pueden construir por sí mismos.

Cuando el niño toca algo que no es natural, por ejemplo un objeto de plástico, lo percibe como un objeto que no tiene valor, que es algo inerte. Y por eso es muy probable que lo tiren al suelo y no lo cuiden. Por el contrario, las cosas naturales las cuidan y las protegen.

Por lo tanto, recomendamos juegos de lavanda, muñecos de algodón, bloques de madera, retales de lana y seda, arcilla blanca, conchas, arena, piñas.  Y realizar muchas actividades al aire libre: pasear por la naturaleza, observar las flores y las plantas, ver puestas de sol, coger piedras o conchas, atravesar un río con los pies descalzos, pisar tierra mojada, saltar en un charco, etc. La información sobre el tacto es básica para poner nuestra imaginación en marcha y ofrecer opciones variadas.

Vestimenta

Igualmente, el mismo tacto interviene en la vestimenta de los niños. Así que también debemos prestar atención a qué tipo de ropa les ponemos en cada momento.

  • El nailon protege de la lluvia.
  • El algodón equilibra el interior.
  • La lana protege del frío y da calidez, recogimiento.
  • La seda les expone hacia fuera ofreciendo esa visión del mundo bueno.

Por lo que, en la medida de lo posible, deberíamos evitar la ropa sintética y optar por materiales naturales para vestir a los más pequeños ( y también a nosotros mismos).

Joaquin Ortega

Joaquin Ortega

Educador, economista y escritor.

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