Educar bonito

Educar bonito sin perder la esencia

Los niños no deben dejar de ser niños. Esta realidad marcó el inicio de la última charla de Joaquín en El Sitio de tu Recreo, un hecho que hay que interiorizar para poder educar de manera consciente sin caer en la desesperación y frustración.

“Educar sin ser lo que somos es un error, debemos amar el momento vital en el que estamos como padres y transmitírselo a nuestros hijos”

Este suele ser uno de los problemas más comunes que Joaquín detecta entre los padres y madres de sus escuelas. Es complicado encontrar ese balance entre responsabilidad adulta y transparencia.

Hoy queremos recoger aquí algunas de las reflexiones compartidas en esta última sesión sobre cómo educar bonito sin perder la esencia como padres.

 

La excelencia como guía

Llegar a la excelencia se consigue con muy poco. Busca lo sencillo, lo que te haga sentir bien, eso que te permite estar en paz contigo mismo y con tu hijo.

Ten presente que los niños nos regalan lo mejor que tiene el ser humano: autenticidad, nobleza y sinceridad. Adoptar estas cualidades es sin duda la tarea más complicada que existe. Nos cuesta no fingir, evitar las mentiras piadosas o aceptar las realidades que nos enfadan.

Los pequeños son más listos de lo que imaginas y detectan cualquier cambio de actitud, sentimiento de rabia, enfado o decepción que intentes esconder. Lo mejor que puedes hacer es ser transparente, marcando siempre unos límites, así todo será más fácil. 

Se puede ser auténtico dentro de las dificultades de cada uno y recuerda que cuantos menos cosas mejor. El minimalismo y la sencillez de los momentos que compartís juntos marcan el rumbo hacia el camino de la excelencia.

 

El tiempo de calidad es relativo

Y tanto. 

El escenario más común suele ser el siguiente: nos sentimos mal por llevar un ritmo de vida frenético que no nos permite pasar tiempo suficiente con nuestro hijo. Bien. Esto le sucede a la gran mayoría de familias, más aún si vives en una ciudad grande como Madrid.

Justo aquí entramos en un debate clave, ¿calidad o cantidad?

Te pondré un ejemplo muy claro: estar con tu hijo todo el día no es pasar tiempo de calidad, sin embargo acompañarle al cole y decirle lo mucho que te gusta estar con él, escucharle, contarle un cuento mientras merienda y poner interés en todo lo que dice, eso sí es tiempo de calidad.

¿Qué determina que el tiempo sea de calidad? La conexión afectiva y positiva que tengamos. Esto se trabaja a base de pequeñas acciones de la vida cotidiana, nada fuera de lo normal. La atención positiva se estimula dejando a un lado las prisas y los reproches. Vuelvo a recordarte que en lo sencillo está la solución.

 

Muchas gracias por llegar hasta aquí, nos hace muy felices que te guste nuestro contenido para educar de forma consciente a tu peque. Déjanos en comentarios cualquier duda o consulta, la resolveremos con mucho gusto.

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¡Nos leemos pronto!

Joaquin Ortega

Joaquin Ortega

Educador, economista y escritor.

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1 comentario en “Educar bonito sin perder la esencia”

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